1691: un vegetal con forma divertida demuestra que la esposa no es impotente

En 1691, José de Aróstegui de Calahorra, del norte de España, solicitó el divorcio de su esposa, Antonia Garrido, basándose en su supuesta impotencia. Según su testimonio, su matrimonio de cuatro años no se había consumado porque su esposa “no tiene sus partes como otras mujeres”.

Antonia impugnó la demanda de divorcio de su marido y su abogado afirmó que los genitales de Antonia eran plenamente funcionales pero habían sido afectados por “hechizos malignos y brujería”.

Como era habitual en los primeros juicios modernos en los que se alegaba impotencia, a Antonia se le ordenó someterse al menos a dos exámenes por parte de médicos y parteras. En el segundo de estos exámenes:

“… El [cirujano] Francisco Vélez insertó en dichas partes de dicha Antonia Garrido un tallo de col en forma de miembro viril… y viendo que entraba con libertad…”

Los examinadores, satisfechos de que se hubiera logrado la penetración, dictaminaron que Antonia era capaz de tener relaciones sexuales, y el tribunal de la iglesia rechazó la petición de divorcio de José. Se desconoce el destino de su matrimonio después de esto.

Fuente: Testimonio del Dr. Juan Muñoz, Archivo de la Diócesis de Calahorra, folio 1. El contenido de esta página es © Alpha History 2019-23. El contenido no puede volver a publicarse sin nuestro permiso expreso. Para obtener más información, consulte nuestra Condiciones de uso or contactar a Alpha History.