Discurso de Kennedy anunciando un ataque a Cuba (1962)

Este discurso que anuncia un ataque estadounidense contra las bases de misiles soviéticos en Cuba fue redactado para John F. Kennedy en octubre 1962 pero nunca entregado. Se hizo público en 2012, el 50 aniversario de la crisis de los misiles cubanos:

"Mis compatriotas estadounidenses,

Con gran pesar, y en cumplimiento necesario de mi juramento al cargo, he ordenado (y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ya las ha llevado a cabo) operaciones militares con armas convencionales únicamente para eliminar una importante acumulación de armas nucleares del suelo de Cuba. Esta acción ha sido tomada al amparo del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y en cumplimiento de las exigencias de la seguridad nacional. Se han autorizado nuevas acciones militares para garantizar que esta amenaza se elimine por completo y no se restablezca...

Ha habido rumores no confirmados de instalaciones ofensivas en Cuba desde hace algunas semanas, pero es solo en la última semana que hemos tenido evidencia inequívoca y segura del carácter y la magnitud del despliegue ofensivo comunista ... [las bases de misiles soviéticas en Cuba son] capaces de devastar la mayor parte del territorio continental de Estados Unidos, la mayor parte de América Latina y la mayor parte de Canadá. Además, se estaba desembalando en Cuba un gran número de bombarderos a reacción de mediano alcance capaces de transportar armas nucleares, mientras se preparaban las bases aéreas apropiadas.

La presencia en Cuba de estas armas de destrucción repentina, grandes, de largo alcance y claramente ofensivas constituyó una amenaza para la paz y la seguridad de este hemisferio, en un desafío desnudo y deliberado al Pacto de Río de 1947, las tradiciones de esta nación y hemisferio, la Resolución Conjunta del 87º Congreso y mis propias advertencias a los comunistas el 4 y 13 de septiembre. Esta acción también contradecía las reiteradas garantías de los portavoces soviéticos y cubanos, tanto públicas como privadas, de que la acumulación de armas en Cuba conservaría su carácter defensivo original ...

Los Estados Unidos de América no necesitan ni pueden tolerar el desafío, el engaño y las amenazas ofensivas por parte de ninguna nación, grande o pequeña. Las armas nucleares son tan destructivas y los misiles balísticos tan rápidos que un cambio repentino en la naturaleza de su amenaza puede ser profundamente peligroso, especialmente cuando el gatillo parece estar en manos de un líder revolucionario violento e inestable. Durante muchos años, tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos han desplegado este tipo de armas en todo el mundo con gran cuidado, sin alterar el precario status quo que equilibraba el uso de esas armas en ausencia de algún desafío vital. Estas implementaciones no son comparables ...

Pero esta repentina y extraordinaria acumulación de misiles comunistas en un área bien conocida por tener una relación especial e histórica con los Estados Unidos, en contradicción con todas las prácticas soviéticas anteriores ... fue un cambio provocador e injustificado en el status quo que no podía ser aceptado por este país si queremos creer en nuestro coraje y nuestros compromisos en el futuro.

Si la década de 1930 nos enseñó alguna lección, fue que la conducta agresiva, si se permite que se desarrolle sin control ni desafío, finalmente conducirá a la guerra. Esta nación se opone a la guerra, pero es fiel a su palabra ... El tamaño, la velocidad y el secreto del despliegue, las falsedades descaradas que lo rodean y el carácter recientemente revelado de los conspiradores involucrados dejaron en claro que ninguna apelación, ninguna advertencia, ninguna oferta los desviaría de su curso. Una demora prolongada habría significado un peligro enormemente mayor, y la advertencia inmediata habría aumentado enormemente la pérdida de vidas en todos los lados. Se convirtió en mi deber actuar.

La tragedia aquí, evidentemente, está en la pérdida de vidas inocentes por todos lados. En nombre del gobierno de los Estados Unidos, por la presente acepto la responsabilidad de esta acción y prometo que se harán todos los esfuerzos necesarios, a pedido, para ayudar a las familias de estas víctimas inocentes. Ni los cubanos ni los rusos, como individuos, pueden ser responsabilizados por la extraordinaria e irresponsable conspiración que ha requerido esta acción. Este era el militarismo comunista en acción, ni más ni menos ...

Ahora, ¿qué pasa con el futuro?

Primero, pido que el pueblo estadounidense mantenga la calma y la confianza en sí mismo y se dedique a sus asuntos. No habrá guerra mayor; La fuerza y ​​la determinación de tus defensas son una respuesta contra eso.

En segundo lugar, el bloqueo militar de Cuba continuará hasta que se obtengan otras garantías efectivas contra cualquier repetición de esta conspiración ...

Tercero, he ordenado a nuestras fuerzas militares que continúen y aumenten su estrecha vigilancia de Cuba [y] que tomen más medidas militares, si es necesario, contra las capacidades ofensivas; y finalmente, considerar cualquier misil que pueda permanecer y ser lanzado desde Cuba como un ataque de la Unión Soviética, que requiere una respuesta de represalia masiva sobre la Unión Soviética.

Cuarto, como medida de precaución militar, reforcé nuestra base en Guantánamo, evacué a los dependientes de nuestro personal allí y ordené que unidades militares adicionales permanecieran alerta.

En quinto lugar, le pido al presidente soviético Jruschov que se reúna conmigo lo antes posible para prevenir nuevas conspiraciones que puedan tensar las relaciones entre nuestros dos países. No deseamos hacer la guerra con la Unión Soviética; somos un pueblo pacífico que desea vivir en paz con todos los demás pueblos. Estoy dispuesto a discutir con el presidente soviético cómo ambos podríamos eliminar las tensiones existentes en lugar de crear nuevas ... "