La respuesta de Serbia al ultimátum austrohúngaro (1914)

El 25 de julio de 1914, el gobierno serbio respondió al ultimátum austrohúngaro, accediendo a la mayoría, pero no a todas, de las demandas de Viena:


El Real Gobierno [serbio] no puede hacerse responsable de las expresiones de carácter privado, como por ejemplo los artículos periodísticos y el trabajo pacífico de las sociedades, expresiones que son de apariencia muy común en otros países y que normalmente no están bajo el control de la estado. Esto, sin embargo, ya que el Gobierno Real ha mostrado una gran cortesía en la solución de toda una serie de preguntas que han surgido entre Serbia y Austria-Hungría, mediante las cuales ha logrado resolver el mayor número de ellas, a favor del progreso de Ambos países.

Por lo tanto, el Gobierno Real se sintió dolorosamente sorprendido por las afirmaciones de que los ciudadanos de Serbia habían participado en los preparativos de la indignación en Sarajevo. El Gobierno esperaba ser invitado a cooperar en la investigación del delito, y estaba dispuesto, para demostrar su total corrección, a proceder contra todas las personas respecto de las cuales recibiría información.

De acuerdo con los deseos del Gobierno [austríaco], el Gobierno Real está dispuesto a rendirse ante el tribunal, sin importar su posición y rango, a todos los ciudadanos serbios por cuya participación en el crimen de Sarajevo debería haber recibido pruebas. Se une particularmente en la primera página del órgano oficial de julio para publicar la siguiente enunciación:

"El Gobierno Real de Serbia condena toda propaganda que deba dirigirse contra Austria-Hungría, es decir, la totalidad de las actividades destinadas a separar determinados territorios de la monarquía austrohúngara, y lamenta sinceramente las lamentables consecuencias de estas maquinaciones criminales … ”

El Gobierno Real confiesa que no está claro el sentido y el alcance de esa demanda del Gobierno [austriaco] que se refiere a la obligación por parte del Gobierno Real de Serbia de permitir la cooperación de los funcionarios del Gobierno [Austriaco] en Serbia territorio, pero declara que está dispuesto a aceptar toda cooperación que no sea contraria al derecho internacional y al derecho penal, así como a las relaciones amistosas y de vecindad.

El Real Gobierno considera que es su deber iniciar una investigación contra todas aquellas personas que han participado en el atentado del 28 de junio y que se encuentran en su territorio. En lo que respecta a la cooperación en esta investigación de funcionarios especialmente delegados del Gobierno [austriaco], esto no puede aceptarse, ya que constituye una violación de la Constitución y del procedimiento penal. Sin embargo, en algunos casos, el resultado de la investigación podría comunicarse a los funcionarios austrohúngaros.