Henry Cabot Lodge se opone a la Liga de las Naciones (1919)

El senador estadounidense Henry Cabot Lodge fue uno de los opositores más abiertos a la membresía estadounidense de la Liga de las Naciones. Explicó esta posición en un discurso de agosto 1919 en Washington:

La independencia de los Estados Unidos no solo es más preciosa para nosotros, sino también para el mundo ... Mire a los Estados Unidos hoy. Hemos cometido errores en el pasado. Hemos tenido deficiencias. Cometeremos errores en el futuro y no cumpliremos nuestras mejores esperanzas. Pero, ¿hay algún país hoy en la faz de la tierra que pueda compararse con este en libertad ordenada, en paz y en la mayor libertad? ...

Siempre me ha encantado una bandera y no puedo compartir esa devoción [con] un estandarte mestizo creado para una Liga.

Puedes llamarme egoísta si quieres, conservador o reaccionario, o usar cualquier otro adjetivo duro que creas conveniente aplicar. Pero un estadounidense nací, un estadounidense he sido toda mi vida. Nunca podré ser otra cosa que un estadounidense, y debo pensar en los Estados Unidos primero, y cuando pienso en los Estados Unidos primero en un arreglo como este, estoy pensando en lo que es mejor para el mundo, porque si los Estados Unidos Los estados fracasan, las mejores esperanzas de la humanidad fracasan con él.

Nunca he tenido una sola lealtad; No puedo dividirlo ahora. He amado una sola bandera y no puedo compartir esa devoción y darle cariño al estandarte mestizo inventado para una liga. El internacionalismo, ilustrado por los bolcheviques y por los hombres para quienes todos los países son iguales ... es para mí repulsivo ...

Se nos dice que 'romperemos el corazón del mundo' si no tomamos esta liga como está. Me temo que los corazones de la gran mayoría de la humanidad latirían fuerte y constantemente y sin ningún avivamiento si la liga pereciera por completo ... Sin duda, muchas personas excelentes y patriotas ven el cumplimiento de los nobles ideales en las palabras 'liga por la paz . Todos respetamos y compartimos estas aspiraciones y deseos, pero algunos de nosotros no vemos esperanza, sino derrota para ellos en este pacto turbio. Porque también nosotros tenemos nuestros ideales, incluso si diferimos de aquellos que han tratado de establecer un monopolio del idealismo.