Robespierre justifica el uso del terror (1794)

En un discurso pronunciado en la Convención Nacional en febrero 1794, Robespierre justifica el uso del terror revolucionario:

“Para fundar y consolidar la democracia, para lograr el reino pacífico de las leyes constitucionales, debemos poner fin a la guerra de la libertad contra la tiranía y atravesar con seguridad las tormentas de la revolución. Ese es el objetivo del sistema revolucionario que ha promulgado. Su conducta, entonces, también debe estar regulada por las tormentosas circunstancias en que se encuentra la república. Y el plan de su administración debe resultar del espíritu del gobierno revolucionario, combinado con los principios generales de la democracia.

¿Cuál es el principio fundamental del gobierno democrático o popular…? Es virtud ... La virtud republicana puede considerarse en relación con el pueblo y en relación con el gobierno; es necesario en ambos. Cuando sólo el gobierno carece de virtud, queda un recurso en la virtud del pueblo; pero cuando el pueblo mismo se corrompe, la libertad ya se pierde ...

De todo esto deduzcamos una gran verdad: la característica del gobierno popular es la confianza en el pueblo y la severidad hacia sí mismo ...

Si la fuente del gobierno popular en tiempo de paz es la virtud, la fuente del gobierno popular en la revolución es a la vez virtud y terror. La virtud sin terror es fatal; el terror sin virtud es impotente. El terror no es otra cosa que justicia: pronta, severa, inflexible. Es, por tanto, una emanación de virtud ... una consecuencia del principio general de democracia aplicado a las necesidades más urgentes de nuestro país.

Se ha dicho que el terror es el principio del gobierno despótico. ¿Se parece entonces su gobierno al despotismo? Sí, como la espada que brilla en las manos de los héroes de la libertad se parece a las de los secuaces de la tiranía. Que el déspota gobierne con terror a sus súbditos brutalizados; tiene razón, como déspota. Somete al terror a los enemigos de la libertad, y tendrás razón ... El gobierno de la revolución es el despotismo de la libertad contra la tiranía ...

La sociedad debe protección solo a ciudadanos pacíficos. Los únicos ciudadanos de la República son los republicanos… los realistas, los conspiradores son sólo extraños o enemigos. Esta terrible guerra de la libertad contra la tiranía, ¿no es indivisible? ¿Son los enemigos de dentro no los aliados de los enemigos de fuera? Los asesinos que destrozan nuestro país; los intrigantes que compran las conciencias que sostienen el mandato del pueblo; los traidores que los venden; los panfletistas mercenarios contratados para deshonrar la causa del pueblo, matar la virtud pública, avivar el fuego de la discordia civil y preparar la contrarrevolución política mediante la contrarrevolución moral ... son todos esos hombres menos culpables o menos peligrosos que los tiranos a quienes sirven ? "