El cahier del segundo estado en Rosellón (1789)

El cahier del Segundo Estado en Rosellón, en el sur de Francia, expresa opiniones liberal-conservadoras. Pide una votación por orden, pero también una reforma fiscal, mayores libertades de prensa y un calendario más regular para los Estados Generales:

“Los diputados a los Estados Generales no son más que delegados, agentes del poder, instrumentos de la voluntad pública. Los miembros de la nobleza del Rosellón, mientras trabajan juntos por el bienestar general del reino y de todas las órdenes, tendrán siempre presente lo que deben a la provincia y a su propia orden en particular.

Los votos se emitirán en los Estados Generales por orden y no por cabeza. Los diputados convocarán periódicamente a los Estados Generales, a más tardar cada cinco años. Los diputados se ocuparán de la constitución general del reino. El objeto principal de sus discusiones debe ser definir y regular esto de manera exacta e invariable. Por lo que los diputados solicitarán que se declare:

Que Francia es una monarquía, heredable de hombre a hombre, en orden de primogenitura, excluyendo a las hijas, gobernadas por el rey de acuerdo con las leyes.

Solo al príncipe pertenece, sin compartir, todo el poder ejecutivo para el mantenimiento del orden público y la defensa del estado.

Que ningún decreto se considera ley a menos que haya sido propuesto o permitido por el rey, acordado o solicitado por la nación reunida en los Estados Generales.

Que todas las nuevas leyes relativas a la constitución general del estado deben enviarse a los parlamentos.

Que a la nación legalmente reunida en los Estados Generales corresponde exclusivamente el derecho de conceder subsidios, de regular el uso que de ellos se haga, de asignar a cada departamento los fondos necesarios convenidos y de exigir cuenta de los mismos.

Siendo la libertad del ciudadano la más preciosa de todas las posesiones y la más sagrada de todos los derechos, todos los comandos arbitrarios y todas las cartas de crédito emitidas por el soberano o sus ministros serán declarados ilegales y su uso prohibido para siempre.

Como parte integral de la libertad civil, todo tipo de escritura puede imprimirse y publicarse, con la condición de que el autor, editor o impresor le ponga su nombre y responda personalmente por cualquier cosa que se pueda decir en ellos que sea contraria a la religión, la moral y la moral. honor de los ciudadanos.

La orden de nobleza, fiel al deseo que ha expresado de soportar conjuntamente con las otras órdenes, en proporción exacta, la carga impositiva y las contribuciones generales de la provincia, autoriza especialmente a sus diputados a aceptar la igualdad de evaluación sin exenciones pecuniarias, sin embargo, les ordena que se cuiden de que no se ataque a la propiedad ni a las distinciones y derechos honoríficos inherentes al orden de la nobleza, que son la esencia del gobierno monárquico.

Mientras esperan tiempos mejores que permitan la abolición del impuesto a la sal, o gabelle, los diputados solicitarán una reducción en el precio de la sal.

Los diputados de la orden trabajarán juntos al máximo para promover el apoyo de la religión, el respeto debido al culto divino, la muy necesaria restauración de la moral y de la educación nacional.

Dado y decretado en la asamblea general de la orden y firmado por los comisionados y todos los miembros presentes en Perpignan, el 28 de abril de 1789 ”.