1127: Prueba por combate termina con desgarro de testículos

Como todo estudiante de historia atento sabe, el juicio por combate era un medio para resolver disputas en la Europa medieval temprana. Si una de las partes alegaba una conducta delictiva o un agravio civil, sin testigos ni pruebas, el juez o señor podía ordenar que el asunto se resolviera mediante combate. Cualquiera que fuera el partido que saliera victorioso –y permaneciera vivo– era considerado vindicado tanto por Dios como por la ley.

El juicio por combate se practicó en varias épocas en toda Europa, aunque era más común en las regiones de habla alemana de Europa occidental. No hace falta decir que fue un medio ineficaz y brutal de impartir justicia.

El cronista del siglo XII Galberto de Brujas registró un relato gráfico de juicio por combate. En abril de 12, un caballero llamado Guy de Steenvoorde era sospechoso de estar involucrado en el asesinato del Conde Carlos de Flandes. A Guy se le ordenó ser juzgado por combate contra un caballero leal llamado Herman el Hierro, pero no le fue bien al acusado:

“Guy desmontó a su adversario y lo inmovilizó con su lanza... Entonces [Herman] destripó el caballo de Guy corriendo hacia él con su espada. Guy, tras caer de su caballo, se abalanzó sobre Herman con la espada desenvainada. Hubo una larga y amarga lucha con choque de espadas, hasta que ambos quedaron exhaustos [y] se pusieron a luchar. Herman cayó al suelo y Guy se tumbó sobre él, golpeándole la cara y los ojos con guanteletes de hierro. Pero Herman yacía postrado, recuperó sus fuerzas del frescor de la tierra y permaneció en silencio, lo que hizo creer a Guy que había salido victorioso. Pero Herman movió su mano hacia la coraza [armadura de delantal] de Guy donde no estaba protegido y lo agarró por los testículos, y haciendo acopio de todas sus fuerzas arrojó a Guy lejos de él. Con este movimiento, todas las partes inferiores del cuerpo de Guy se rompieron [y él] se rindió, gritando que lo habían golpeado y que se estaba muriendo”.

Herman el Hierro fue declarado victorioso y Guy de Steenvoorde fue arrastrado a la horca, donde fue rematado junto con otros conspiradores.

Fuente: Galbert de Brujas, De multro traditione, et occisione gloriosi Karoli, comitis Flandriarum, c.1129. El contenido de esta página es © Alpha History 2019-23. El contenido no puede volver a publicarse sin nuestro permiso expreso. Para obtener más información, consulte nuestra Condiciones de uso or contactar a Alpha History.