“...un holandés sucio, de entre cinco y seis pies de altura, tiene cara redonda, nariz chata, boca y dientes grandes, ojos bizcos y marcado con viruela. Además de esto, tiene piernas largas y pequeñas, rodillas torcidas, espalda jorobada, martillo de gato y es un tonto”.
La Sra. Lutgert agregó:
“Además solicito que nadie utilice la menor influencia en su poder para devolvérmelo nuevamente…”
Y que ella le otorga a su marido separado:
“...entrada y regreso libre e interrumpido a cualquier parte del mundo, excepto mi cama.”
Fuente: Virginia Argus, 31 de octubre de 1800. El contenido de esta página es © Alpha History 2019-23. El contenido no puede volver a publicarse sin nuestro permiso expreso. Para obtener más información, consulte nuestra Condiciones de uso or contactar a Alpha History.