1869: cura la adicción al opio con licor, morfina y marihuana

La Ley de Farmacia, aprobada por el parlamento británico en 1868, impuso restricciones a la fabricación y venta de venenos mortales y drogas peligrosas. Uno de los principales objetivos de esta legislación fue la adicción al opio.

Las adormideras importadas eran baratas y fáciles de conseguir, lo que las convertía en un producto rentable para los químicos, las empresas farmacéuticas y los operadores domésticos. La fácil disponibilidad de opio también convirtió a miles de británicos en adictos. Las muertes relacionadas con el opio ascendieron a entre 140 y 200 cada año. Esta cifra incluía docenas de bebés y niños pequeños, que eran dopados regularmente con jarabes, cordiales y geles para la dentición de venta libre con opio.

En 1869, el doctor Joyce de Rolvenden le escribió a The Lancet, señalando que la retirada del opio del mercado abierto estaba causando sus propios problemas entre sus pacientes que comen opio:

"La retirada repentina de la droga [ha] provocado una enfermedad abrumadora, postración completa del cuerpo y la mente, rigurosos rigores, gran repugnancia por la comida, incapacidad total para dormir, purgas constantes ..."

Según el médico estos síntomas de abstinencia son difíciles de tratar, sin embargo ha conseguido buenos resultados prescribiendo:

“...un suministro generoso de brandy, el uso de supositorios de morfina y la exhibición cautelosa de cáñamo indio [marihuana]”.

Fuente: Carta del Dr. Joyce a The Lancet, vol.1, enero de 1869. El contenido de esta página es © Alpha History 2019-23. El contenido no puede volver a publicarse sin nuestro permiso expreso. Para obtener más información, consulte nuestra Condiciones de uso or contactar a Alpha History.