En octubre, 1994, el Comando Militar Leal Combinado, un grupo paraguas que representa a varios grupos paramilitares leales, emitió la siguiente declaración de alto el fuego:
“Después de un amplio proceso consultivo iniciado por representaciones de los Partidos Unionista Democrático y Progresista del Ulster, y después de haber recibido confirmación y garantías en relación con la posición constitucional de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido, así como otras garantías, y, en la creencia de que el Los deseos expresados democráticamente del mayor número de personas en Irlanda del Norte serán respetados y defendidos, el CLMC cesará universalmente todas las hostilidades operativas a partir de la medianoche del jueves 13 de octubre de 1994.
La permanencia de nuestro alto el fuego dependerá completamente del cese continuo de toda violencia nacionalista-republicana, la única responsabilidad del regreso a la guerra recae en ellos.
En la genuina esperanza de que esta paz sea permanente, aprovechamos la oportunidad para rendir homenaje a todos nuestros combatientes, comandos y voluntarios que pagaron el sacrificio supremo. No murieron en vano. La Unión está a salvo.
A nuestros heridos físicos y mentales que han servido a Ulster tan desinteresadamente, les deseamos una pronta recuperación, y a los familiares de estos hombres y mujeres, prometemos nuestro continuo apoyo moral y práctico.
A nuestros prisioneros que han sufrido tanta privación y degradación con gran coraje y paciencia, prometemos solemnemente no dejar piedra sin remover para asegurar su libertad ...
Con toda sinceridad, ofrecemos a los seres queridos de todas las víctimas inocentes en los últimos veinte años, remordimientos abyectos y verdaderos. Ninguna palabra nuestra compensará el intolerable sufrimiento que han sufrido durante el conflicto.
Resolvamos firmemente respetar nuestras diferentes opiniones sobre la libertad, la cultura y las aspiraciones y nunca más permitamos que nuestras circunstancias políticas degeneren en una guerra sangrienta. Estamos en el umbral de un comienzo nuevo y emocionante, y nuestras batallas en el futuro serán batallas políticas, peleadas del lado de la honestidad, la decencia y la democracia contra la negatividad de la desconfianza, la incomprensión y la malevolencia, para que juntos podamos producir una vida saludable. sociedad en la que nuestros hijos, y sus hijos, conocerán el significado de la verdadera paz ".